Cada vez son más las personas que optan por sentarse a practicar el silencio o lo que antes se llamaba contemplación. Podríamos decir que la meditación está de moda. Entre estas personas se encuentran, incluso, personajes famosos como Richard Gere o David Lynch, los cuales no dudan en dar a conocer los múltiples beneficios que esta técnica les ha aportado.
Por supuesto, el hecho de meditar es mucho más que una moda. Se ha podido comprobar de forma científica que las personas que meditan habitualmente y durante cierto tiempo, desarrollan una red neuronal en la que hay una mayor conciencia de sí mismos y del presente. Así mismo, se ha podido observar que cuando se medita y se silencia el parloteo mental se activa el área prefrontal izquierda del cerebro, la cual es la base de las emociones positivas.
Habitualmente, en Occidente, por mucho que usemos a menudo la palabra meditación, existen ciertos malentendidos al respecto. Se cree, por ejemplo, que la meditación es solo una forma de relajación. Otras personas piensan que el hecho de meditar hace que las personas entren en una especie de trance o que se trata de una forma de auto hipnosis. La creencia más habitual es que meditar se trata de poner la mente en blanco. Pero nada de esto es verdad.
La realidad es que la meditación es una maravillosa técnica de autoobservación y alivia en gran medida la tensión a la que nos vemos sometidos en nuestra vida diaria. pero eso es solo una consecuencia y no su objetivo. La verdadera meditación se lleva a cabo elevando la conciencia por encima de nuestra realidad cotidiana consiguiendo un estado de ser diferente.